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Entrevista a Alex Tossenberger, director de “QTH”

QTH, tercer largometraje de Alex Tossenberger (Gigantes de Valdés y Desbordar). El filme ambientado en el Canal de Beagle durante la Guerra de Malvinas cuenta la historia de cuatro personajes aislados con pocos recursos.

-¿Cómo nace Buen Suceso Producciones?

Nosotros antes teníamos otro nombre, nuestra raíz es la publicidad y debido a un movimiento que hicimos, que fue tratar de tener una oficina en Tierra del Fuego y otra en Buenos Aires, en función de lo que queríamos filmar más adelante, abrimos Buen Sucesos Producciones. Pero históricamente trabajamos en cine publicitario y después nos abocamos al documental. Buen Suceso es una bahía que está en Tierra del Fuego. Me gustó el nombre por lo que significa, porque fue el primer encuentro de un barco europeo con las islas.

 -¿Por qué la película se llama QTH?

QTH es un idioma de radio. El código Q significa ubicación, cuándo pasa un barco vos pedís la ubicación, y para nosotros es que posición tomamos frente a las cosas, cómo nos ubicamos frente a eso o cuál es tu QTH en relación a esto. Nos gusta jugar, cuándo planeábamos la campaña, pensamos en una frase que diría “¿y vos dónde vas a estar?”. La película tiene detalles de estas cosas, nos gusta pensarlo así para que tenga condimento. Eso es QTH.

-Teniendo en cuenta que la película se desarrolla en el sur de la Patagonia y a sabiendas que ya filmaste en escenarios naturales como, por ejemplo en Gigantes de Valdés ¿Cómo es el proceso, la logística que realiza el equipo para trasladarse? ¿Les resulto difícil realizar la filmación en un clima hostil?

Nosotros encaramos los proyectos sabiendo dónde vamos a filmar de antemano, eso nos da una ventaja desde el punto de vista de la producción. Por nuestra naturaleza y nuestras inquietudes, siempre estamos atentos a las locaciones y a nuevos territorios, inclusive, a veces, los lugares son disparadores o ideas de propuestas. En este caso, a raíz de haber filmado varios documentales, conocíamos los puestos de marina, como es su dura vida cotidiana. Nos parecieron muy cinematográficos estos paisajes tan alejados, esa convivencia de personas que están haciendo guardia un mes en un lugar paradójicamente tan bello como hóstil. Creo que logramos mostrar escenarios que los argentinos no están acostumbrados a ver. Esto también es un elemento importante, porque la locación cumple un rol importante.

La logística es compleja sino no te tomas el trabajo de hacer una buena preproducción, y sino pensás a priori cómo desarrollarla. La locación no es un puesto marino real, sino que se armó uno especialmente para la película. No es el puesto que existe en la entrada del Canal Beagle, sino que está en esa dirección en un lugar un poco más accesible. De todos modos, desde Ushuaia es una hora y media de viaje de un camino con cornisas muy bello, pero cuando tenés que hacerlo todos los días con un equipo empieza a ser un obstáculo. Nosotros estamos acostumbrados a filmar en esos ámbitos, y a pesar de que este no fue un lugar extremo, tuvo una logística complicada que ameritaba hacerla organizadamente. El lugar es tan imponente que para los actores fue muy estimulante.

-¿Cuánto tiempo llevo filmarla?

Tuvimos un rodaje de cuatro semanas con muy buen clima de trabajo. Creamos un equipo muy dinámico porque cuando filmas en estas condiciones tenés que pensar bien que gente llevar y qué tipo de experiencia tiene, porque, a veces, es lindo los primeros días, pero después de cuatro semanas si no te gusta el lugar, o no estás acostumbrado, se te vuelve en contra. Pero fue positivo, sin ningún problema.

-La historia tiene cuatro personajes ¿Cómo fue la selección de los actores? ¿Qué  viste en ellos, y porqué volviste a elegir a Jorge Sesán, teniendo en cuenta que ya participó en otras de tus películas?

Son todos protagónicos en la película. Sabemos de la ductilidad de Jorge y de cómo se adapta a estos lugares. Más allá de su calidad como actor, es una persona que responde muy bien a climas hóstiles de este estilo. Teníamos la experiencia de Gigantes de Valdés y de Desbordar, es muy profesional.

Con respecto a la búsqueda de los demás actores, a pesar de ser pocos no fue tan fácil, dado que muchos son jóvenes y no tienen gran recorrido actoral. Y Osqui fue por recomendación de la productora ejecutiva, Vanesa, que lo conocía y lo propuso. Fue un acierto absoluto su participación, Osqui siempre se destaca y en la película está muy bien.

-¿La historia está basada en hechos reales?

La historia es una ficción absoluta. Partimos de charlas con gente que estuvo en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, y a través de varios testimonios armamos una historia adaptando lo que nosotros consideramos como la parte más conceptual de la película. Si bien esto es lo que le ocurrió a gente que estuvo afectada con el conflicto de Malvinas, en realidad, si la ves te identificas porque es algo que nos pasó a todos. Estos personajes nos permiten identificarnos como ciudadanos también. Tiene ese doble juego. Pusimos énfasis en el carácter de cada uno, en los matices de las diferencias sociales y culturales.

-¿Qué significa Malvinas para vos? ¿Cómo viviste esa época?

Yo soy parte de esa generación, para mí Malvinas representa mucho más que la guerra, y considero que es una guerra del Atlántico Sur, no de Malvinas. Todo lo que significa la estrategia geopolítica del Atlántico Sur. Más allá de eso, a nosotros como sociedad, en función de lo que nos pasó, la guerra fue una excusa para que la dictadura se perpetúe en el poder, fue un manotazo de ahogado para tratar la economía del país que estaba al borde del colapso. El tema de los derechos humanos se venía encima, esto fue terrible, hemos sido todos manipulados. No fue un acto patriótico de la cúpula de los militares, si fue un acto patriótico de los militares conscriptos y de los oficiales y suboficiales que creyeron en ese proyecto, que creyeron en esa causa y que fueron a Malvinas convencidos cuando el trasfondo había sido otra cosa. Mis respetos a todos los veteranos y a toda la oficialidad y suboficiales que participaron porque fueron un ejemplo. Y así como destaco eso, también tenemos que tener conciencia de lo otro que paso realmente. Era una cosa absurda pensar que no iban a venir los ingleses aliados de los americanos. Esas cosas están en la película. Insisto en que la película es muy conceptual y es lo que nos pasó a todos.

-¿Hay algo de vos en la película?

Hay elementos míos. Yo durante la guerra de Malvinas estaba cumpliendo el servicio militar y me pasaron cosas, y tuve mucha escucha. El tema de los comunicados también forma un rol muy importante en la historia. Las palabras llegaban con un valor de verdad y nosotros creíamos en eso cuando en realidad había otro trasfondo, eso era terrible porque la creencia era muy fuerte. Era una jugada muy perversa. La película refleja esta cuestión, son detalles en muchas cosas, en lo social, en lo político, el rol de los medios, etc. La película se puede abarcar desde distintos lugares y eso es lo bueno.

-¿Estás conforme con el resultado obtenido?

Sí, estamos conformes porque fue todo un desafío ir a filmar a ese lugar. La propuesta y el riesgo de cómo lograr un buen objetivo, un buen contenido sólo con cuatro personajes, mantener esa tensión, creo que se cumplieron. La película también quedó en el Festival de Cine de Mar del Plata y fue muy bien recepcionada por la gente.

-¿Qué expectativas tenés para este filme? 

Tenemos armado un plan de comunicación importante y creemos que es una película que va a tener boca en boca porque abarca el conflicto de Malvinas desde otra perspectiva. Sin desmerecer lo que se hizo anteriormente, simplemente es otra mirada.

Como reflexión Alex nos comenta:

Estamos contentos por la recepción en las redes sociales y con la campaña que estamos haciendo. Se están peleando los veteranos con la gente que busca ser reconocida y que estuvieron en el continente, es increíble, me da tristeza, inclusive con un nivel de violencia que llama mucho la atención y no debería ser así. Acá nadie es más que el otro, cada uno tiene su nivel de responsabilidad y participación y reconocimiento, pero no son opuestos, no son antagónicos, de hecho en la guerra fueron complementarios. Me parece que en ese sentido la película aporta y que une bastante porque si bien esta filmada como una experiencia en Tierra del Fuego, no es opuesta, todo lo contrario.

Si uno habla con gente que participó en el continente todos están afectados, me parece una pena que sea de esa forma, yo valoro muchísimo a los veteranos y también reconozco el padecimiento de la gente que estuvo. La guerra no es una guerra de Malvinas, no es un recorte de ese espacio y que eso ocurrió ahí.  Sería un error  más que ideológico pensarlo de esa forma y en ese sentido también, la película suma para unir.

Estamos contentos por muchas razones, es un muy buen producto cinematográfico, esta filmada en 4k, es muy dinámica y está bien actuada.

-¿Cuales son tus próximos proyectos?

Tenemos un proyecto que está en el comité en el INCAA y tenemos tres libros más.También vamos a presentar, y estamos terminando, un documental de la Antártida que se llama Antártida Argentina la tierra prometida, que esperamos de acá a fin de año tenerlo terminado, mientras seguimos esperando que nos salgan los otros proyectos: La guarida del lobo,  Un bosque en silencioRio grande y Padre patagónico, cuyos libros ya están terminados.

 

Publicado originalmente en Cineramaplus+ Link a la Web / Link a la Entrevista

Fotografía: Mariana Ruiz



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